¿Sabe usted, compatriota, por qué el proteccionismo es bueno?
LA MANO INVISIBLE...
Todo agro olvidado responde con agresividad: bloqueos, tiros, saqueos, tomas de local, etc., sea el campesino cholo, chino, negro mestizo o gringo. El problema básico del campesino es la venta de su cosecha. Cuando un hombre de campo ofrece su producto y por éste le dan S/. 0.10 por hilo (que es el caso de la papa) no hay mucha alternativa a escoger.
El problema de la cosecha vendida como "nada" es un mal que ha azotado a todos los campesinados a lo largo de la historia del mundo, y no fue sino hasta el siglo XX en que se halló la solución: el "invisible proteccionismo" ante la "mano invisible" del libre mercado. Según el santo patrón del (neo) liberalismo, Adam Smith, el mercado agrario es perfecto: hay una gran cantidad de productores y una gran cantidad de compradores, en consecuencia un solo productor no puede determinar el precio.
Pero, si la teoría del "libre mercado" cala a la perfección (como guante para la "mano invisible"), ¿por qué entonces la enorme miseria que siempre acarrea a los más? Porque al no haber alguien (un Estado patriota) que guíe ese mercado, sucede lo que ya sufren los campesinos de San Martín, Ayacucho y Huancavelica, es decir, lo que alguna vez sufrieron los labradores de Kentucky, Iowa (EEUU), la antigua Prusia oriental (Alemania) o Hokkaido (Japón): SOBREPRODUCCION, SOBREOFERTA, COMPETENCIA DESLEAL Y BENEFICIO PARA UNOS POCOS.
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